La Selección Mexicana cerrará su año futbolístico con una prueba incómoda frente a Paraguay en el Alamodome de San Antonio, un duelo que llega en medio de presiones, críticas y la urgencia de resultados.
El equipo de Javier Aguirre carga con cinco partidos seguidos sin victoria y encara este compromiso con la obligación de mostrar señales claras de mejora.
Sin Hirving Lozano por lesión, la atención se centra en el posible debut de Armando “Hormiga” González, campeón de goleo en la Liga MX, quien podría dar oxígeno a un ataque que solo ha producido 17 goles en el año, por 21 recibidos.
Aguirre reconoció en conferencia de prensa que el contexto no es sencillo. Tras el empate sin goles ante Uruguay y la tensión que generaron las declaraciones de varios jugadores, el ambiente con la afición se tornó más pesado.
“El jugador que no acepte la crítica y no esté preparado para el juicio público, no sirve para esto”
En la búsqueda de titulares, la portería sigue siendo uno de los puntos más confusos. Raúl “Tala” Rangel, Luis Ángel Malagón y Carlos Acevedo compiten por adueñarse del arco; este último apunta para jugar tras su ausencia en el duelo ante Uruguay.
En defensa, Johan Vázquez, Jesús Gallardo, Israel Reyes y César Montes recibieron buena evaluación mediática, aunque será el análisis del técnico el que determine continuidad.
Aguirre insistió en que necesita jugadores con capacidad táctica y equilibrio emocional para presentar una convocatoria sólida el 11 de junio.
El duelo ante Paraguay, un equipo de estructura física fuerte y presión agresiva, servirá como parámetro para medir el avance emocional y táctico del Tricolor.
Aguirre ha buscado consolidar un estilo vertical, práctico y ordenado defensivamente, mientras que la selección guaraní mezcla experiencia con juventud para recuperar protagonismo continental.
Para México, será crucial cuidar la salida, activar a los extremos y corregir las pérdidas en mediocampo que han marcado sus peores noches del 2025.
